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Trabajar bien para vivir mejor

Equilibrio y simplicidad en tu segundo refugio

 

 

 

Es indiscutible que nuestro día a día está marcado por la actividad laboral. Un estudio de WorkMeter revela que pasamos una media diaria de 9 horas y 19 minutos en nuestro lugar de trabajo. Por esta razón, muchas empresas buscan la fórmula perfecta para ofrecer un entorno que haga sentir bien a sus empleados, con el fin último de estimular la productividad, fomentar la creatividad y, por supuesto, atraer al talento. Para ellas, presentamos una nueva colección de mobiliario.

En los últimos tiempos, la preocupación por el bienestar de los trabajadores y las trabajadoras ha ido in crescendo. Los nuevos modelos de empresa desean crear un entorno cálido y acogedor que hable de sus valores, inspire a sus trabajadores y, a su vez, entusiasme a sus clientes. Un cambio que parece estar reservado para grandes empresas como Google o Apple. Sin embargo, todas pueden intervenir su espacio de trabajo para convertirlo en una palanca hacia el éxito.

Basándonos en esta premisa de presente y de futuro, hemos creado un mobiliario acorde a la nueva filosofía de trabajo, la cual ya determina diferentes necesidades por parte de los profesionales. Piezas diseñadas para crear un entorno zen, a la vez que funcional y, por supuesto, evocador. O en otras palabras, piezas pensadas para convivir amablemente con las personas que allí se encuentran.

El objetivo es, precisamente, desdibujar esa línea brusca que separa un espacio de trabajo —vinculado a la vida laboral—con un hogar —vinculado a la vida personal—. Fomentar el estado de confort y de felicidad, hará que ambas vidas tengan una conexión más natural y satisfactoria. En definitiva, hablamos de trabajar bien para vivir mejor, ¿te conquista la idea? Entonces síguenos.

En primer lugar, proponemos una entrada diferente; aquí te recibe un buzón de correos clásico. El mueble original, cuya función fue la de guardar miles de cartas, ha sido transformado para adaptarlo a las necesidades del siglo XXI. Respetando el frontal, se ha modificado todo su interior. En él, encontramos cajones individuales de dos y tres puertas, así como cajones extraíbles. Detalles pensados para dar servicio a diferentes colaboradores en un mismo lugar de trabajo.

El reloj —también clásico y originalde las oficinas de correos—, ha dejado atrás el blanco marfil característico, para convivir con total naturalidad con el resto del mueble al que hemos dado un acabado de patina y de tono oscuro uniforme.

Si nos adentramos en el espacio, nos encontramos con el centro energético del lugar. En esta mesa imaginamos intensas reuniones cuyo desenlace no puede ser otro que el de la innovación. Destaca la combinación inteligente del latón con el roble macizo, cuyo acabado natural deja la madera protegida, pero respetando su aspecto virgen. Además, la uniformidad de su tono claro consigue iluminar toda la sala. Como detalle, podemos destacar el grabado manual que reza, en japonés, ‘Dulce Hogar’. Este representa la idea de que un espacio de trabajo puede ser tu segunda casa.

 

Pero también tiene otra particularidad: en ella, hemos eliminado todas las aristas. Con un fresado tanto en el interior como en el exterior, se han conseguido eliminar aquellos ángulos que podían amenazar la sensación de espacio amable y acogedor.

Por último, esta vitrina ofrece la posibilidad de separar con elegancia dos estancias de la oficina o del showroom. Al igual que la mesa, carece de tornillos visibles. Un estilo de fabricación típico de Japón: líneas clásicas, sencillas y virtuosas.

En definitiva; muebles que acompañan a un espacio de trabajo óptimo, cómodo y funcional. Capaces de convertirlo en un verdadero refugio.