Top 5 instalaciones creativas en Londres
London Design Festival 2018 · Parte III
Después de adentrarnos en las casas del futuro y de conocer las propuestas de diseño que más nos gustaron en el London Design Festival 2018, ¿y si hablamos de las instalaciones que más nos impactaron? Una pista: también fueron cinco.
Múltiples habitáculos, por Waugh Thistleton Architects y Arup
En medio de una de las plazas con más arte de la ciudad, y justo enfrente del V&A Museum, se encontraba esta instalación interactiva con módulos llamada ‘MultiPlay’. Andar entre sus habitáculos fue sinónimo de perderse, pero en el mejor de los sentidos. Con ella, sus creadores han querido demostrar que la arquitectura modular puede aportar soluciones eficientes, a la vez que buenas experiencias.
Luz que transporta en el tiempo, por Arvo Pärt X Arup
‘Memory and light’ era el título de esta instalación que disfrutamos desde el interior del incomparable V&A Museum. Gracias a ella conocimos la música de uno de los mayores compositores contemporáneos de Estonia; Arvo Pärt. A través de su música y de su voz, comprendimos que cuando Pärt decía que su música era como el color blanco porque en ella se encontraban todos los colores, tenía razón. Y nosotros añadimos: y los matices, las sensaciones, los pensamientos…
Conceptualismo puro, por Henrik Vibskov
Seguimos entre las paredes del V&A Museum, esta vez en la galería de las tapicerías. Con este contexto, nada podía salir mal. ‘The Onion Farm’ es una escultura dinámica en forma de túnel y llena de color. Es la realidad más orgánica representada con material sintético, toda una paradoja. Y en contraste con el espacio, la suma de las texturas creaba una imagen que impactaba desde lejos.
Rompiendo estigmas, por Steuart Padwick
En esta edición también han tomado protagonismo proyectos que van más allá del mundo del diseño, que hablan de problemas que existen en la sociedad. En este caso, el diseñador inglés Steuart Padwick quiso poner sobre la mesa -o mejor dicho, frente al agua- el estigma hacia las enfermedades mentales.
La cabeza, de 12 metros de altura, cambiaba de color. Y aunque parezca un detalle insignificante, no lo es. Los usuarios, a través de una aplicación móvil, podían escoger qué color representaba su estado de ánimo y así mostrar -sin miedos- cómo se sentían. Una instalación sobre la empatía, la compasión y, sobre todo, la esperanza.
Abanico de colores, por Flynn Talbot
Talbot ya es asiduo a nuestros análisis del London Design Festival, y no es para menos. El año pasado estuvimos bajo la luz de su ‘Reflection Room’ y en esta edición no hizo falta leer ninguna descripción para saber que esta instalación era suya. Con ‘Full Spectrum’ quiso lanzar un mensaje de amor y tolerancia a través de su intenso arcoíris. ¡Ay, cuánto nos gustas, Flynn Talbot!